Como gusta escuchar tus historias Enzo, cuéntanos ahora de tu primer equipo.
Comencé en el Audax Club Ciclista Italiano.
Perdona Enzo ¿te refieres al equipo de Fútbol profesional Audax Italiano (La Florida)?
Sí, el mismo, fíjate bien en el escudo de Audax, es una rueda de bicicleta. Muchas personas no saben que tenemos una enorme y rica historia de ciclismo, muchos equipos deportivos de la época fueron formados por el ciclismo: era el deporte más popular en esos tiempos.
Aproximadamente todo esto comenzó en el año 1905, puede que sea más antiguo aún, es algo que puedo mencionar, ya que el amor por este deporte lo aprendí de mi padre que en esos tiempos, 1918 era un ciclista activo.
Sabemos que eres un amante de la disciplina del ciclismo en todas sus modalidades y estás preparándote en este desafío que sólo es para los fuera de serie. Has hecho muchos años ruta, recorrido varios países persiguiendo tus sueños... Bueno, no nos salgamos de la entrevista. Qué prefieres ¿pista, o ruta?
Con una cara casi infantil, esperando escuchar esta pregunta nos revela sus primeras pedaleadas:
Jajaja, ahora soy un pistero, estoy enfocando todo mi trabajo en adquirir esa velocidad que necesito para mis piernas. Estoy trabajando con un gran equipo, entrenador, mecánico y cuerpo médico. Este desafío no es algo que se haga de un momento a otro, no es algo que nació de la noche a la mañana, debo ser lo más profesional posible para poder lograr mi meta.
Bueno, comencemos.
En la epoca existían muchas carreras de ruta, pero en ese momento decidí comenzar en la pista. Fueron tiempos difíciles, ya que a punta de accidentes fui aprendiendo todo lo que entrega este mágico ovalo: dominio, velocidad, destreza y muchas caídas, muchas caídas. Con todo esto empecé a aprender que no se trata solo de mover una bicicleta con la fuerza de mis piernas, sino que hay un grupo de factores que conllevan a generar este mágico movimiento, ellos son mente y corazón.
Muy seguido caía de estos peraltes, esto conllevó a ser un paciente habitual de la posta de San Francisco (risueño lo recuerda). Entrando a la posta me miraban los médicos exclamando:
- ¡Enzo, llegaste otra vez! Si estuviste la semana pasada.
Nuevamente Enzo riendo casi a carcajadas.
Luego como ciclista debí hacer ruta, compartía mis tiempos en estas dos modalidades sin ocultar mi admiración por la magia de ser un pistero, debo reconocerlo, no fui un gran ciclista, pero no tengo noción de desencanto o de perder el amor por ella, mi compañera de la vida.
Enzo Fantinati
El récord de la hora a los 80 años.
16/10/2014
El Monte / Santiago de Chile
¿A qué edad te retiraste como ciclista competitivo?
Me retiré a los 35 años, mi última carrera la hice en la pista junto a Carlos Rosas corriendo una Americana. Mi entrenador (con mucho respeto lo menciona) Juan Álvarez... Fueron grandiosos años, llenos de historia, llenos de recuerdos, llenos de amistad, llenos de experiencias que solo te da el ciclismo.
Pasamos a otra etapa que también es importante destacar, luego de ser ciclista competitivo continuaste con tu pasión y decidiste seguir ligado al ciclismo pero de forma dirigencial, cuéntanos algo de eso.
Las decisiones en la vida sean cual sean siempre son buenas, tomé un nuevo rumbo y fui electo presidente del Club Green Cross.
Enzo, estamos hablando del mismo (Club de Deportes Green Cross) ¿el equipo de fútbol?
Si el mismo, en Chile no se sabe mucho sobre la historia de nuestro ciclismo, es importante que las personas sepan bien sobre nuestra historia deportiva.
El ciclismo en Chile en los años 1900 hasta más menos 1970 fue un deporte muy popular, sin discusión podría decir que era más relevante que el fútbol. Existían muchos ciclistas en nuestro país y se hacían campeonatos internacionales de nivel, a mí me tocó participar en varios de ellos y ser espectador de muchos otros. Chile contaba con un número importante de velódromos, no es menor mencionarles que existían en distinta partes de nuestro país, eran otros tiempos, era un mayor respeto por este deporte que en estos momentos no se encuentra en el lugar que debiera estar situado.
Green Groos fue mi primer desafío, a mí me gusta hacer las cosas bien y decidí hacer cambios. Esta estructura estaba formada por más de cincuenta corredores. Debíamos tener un lugar adecuado para las reuniones y decidí arrendar una casa bonita en la calle Milán 1415, San Joaquín. Implementé la casa con la ayuda de muchos socios, grandes personas y ciclistas del momento, todos rodando por la misma ruta. Recuerdo que un socio nos regaló una mesa de pool, teníamos un casino y una secretaria (como debe ser), un taller mecánico, algunos rodillos. Todas las semanas una reunión, no faltaba nadie, asistían dirigentes y ciclistas, todos exponían sus ideas y preocupaciones, era un sistema eficiente, siempre teníamos buenos resultados con este sistema administrativo y de charlas.
Pasaron unos años y en un evento conocí a un representante francés de la marca Motobecane. Con el formé una alianza y traje esta marca a Chile, mi intención era traer estas bicicletas e implementar el equipo con la mejor tecnología posible en la época.
Luego pasó un largo tiempo, yo no estaba asociado a ninguna institución, eso no significa que no continuara ligado a este deporte, al contrario, mis tiempos eran cada vez más acotados por el ciclismo. Hasta que un año el presidente de la Federación Ciclista de Chile, en ese entonces Ricardo Gálvez, me llamó para integrar la directiva como presidente de la comisión técnica de la federación y como vicepresidente de la misma. Luego cumplí un ciclo en este cargo y decidí alejarme de ella. Pasó el tiempo y me fui a trabajar al campo (El Monte) acá pues, donde estamos, inmenso lugar, de paz y tranquilidad.
Yo seguía pedaleando, nunca falté a mis salidas de fin de semana con amigos. En esto nunca puedes quedar a rueda, debes seguir, debes continuar atacando, ese es un lema que tiene todo ciclista, tomé fuerte mi manubrio y ataque un nuevo desafío, formé el Ciclo Club Santiago.
Somos grandes amigos que practicamos este deporte mirándolo desde otro punto de vista, somos cicloturistas, nos gusta compartir, nos gusta aprender y observar desde otra forma el ciclismo, algo más tranquilo, algo más relajado, pero con el mismo entusiasmo que tienen los que viven de él. Tenemos la misma pasión de aquellos que lo practican a diario, que lo realizan y lo hicieron su estilo de vida.
Pasó el tiempo y existió un quiebre importante en el ciclismo federado: el directorio completo fue modificado y se realizaron elecciones nuevas de presidente. Fue entonces cuando por intermedio de algunos interesados en fortalecer el ciclismo me eligieron como presidente de esta nueva federación. La mantuve un tiempo a cargo, entregué lo mejor de mí como dirigente y como ciclista, gestionando la igualdad de los corredores en todos los aspectos. Una Vuelta a Chile fue mi gran proyecto, logré muchas cosas positivas con ella, me siento conforme.
Vamos a la bicicleta.
Ahora estoy entrenando en esta bicicleta de acero, de hace 40 años de antigüedad, si somos realistas estoy algo obsoleto con ella.
¿Qué harás al respecto?
Uno de mis sponsor está a cargo de entregarme una bicicleta con la última tecnología, estoy esperando repuesta de ellos… Aún no llega al país la máquina y el tiempo está corriendo. Te soy sincero, estoy algo nervioso, los plazos se cumplen y el tiempo no se detiene. De igual forma estoy gestionando en estos días conseguir por intermedio de otro sponsor una bicicleta que cumpla los requerimientos de este evento.
¿Qué desarrollo ocuparás?
En estos momentos estoy utilizando un 50x15, me ha costado volver a tomar velocidad, son ya 80 años de vida, pero el cuerpo humano es maravilloso y he sido cuidadoso con él todo este tiempo. Esto lo menciono, ya que tengo una musculatura bastante idónea, sabemos que los músculos tiene memoria. Te menciono esto ya que estas últimas semanas he logrado aumentar las series de velocidad en la pista (tras moto) y estoy rodando a casi 50 km/hr. Las sensaciones son buenas.
Pretendo cambiar los desarrollos, probar un diente más, por qué no probar un 52x15 mejorando la aerodinámica de la bicicleta, mi estado de forma va “in crescendo”. Tengo un cuerpo técnico esplendido, un entrenador que está casi las 24 horas del día pendiente de mis actividades (Víctor Garrido), un grupo de médicos que mantiene monitoreo constante de mi día, una clínica completa a mi disposición (Clínica Meds) y una familia que apoya todo esto, qué más puedo pedir, me siento perfecto. Mi pulso base en las mañanas es de 47 pulsaciones por minuto. Mi cuerpo puede estar envejecido, pero mi mente y espíritu son los de un joven de 20 años.
Enzo ¿cuál es tu real objetivo, qué buscas con esto?
Quiero dejar claro esto, quiero responder esta pregunta muy bien, (toma su tiempo y nos responde) Yo quiero que el ciclismo sea famoso, no Enzo Fantinati, mi objetivo es uno solo, el ciclismo debe ganar con esto. Quiero que la gente mire esta proeza y comience a entender qué es el ciclismo, que empiece a comprender desde muy adentro el encanto de este deporte.
Quiero rendir un homenaje a los ciclistas Federados Chilenos, que día a día ponen todo por lograr cumplir sus desafíos deportivos, sin recursos, sin premios, a veces sin comprensión para algunos, sin obtener nada más que sentirte vivo. De estos atletas que tratan de vivir del ciclismo en un país que no se puede vivir de este deporte, que mueven sus vidas solo por el hecho de sentirse vivos al hacer este maravilloso e inmenso rodar por la vida.
Un homenaje a los ciclistas laborales, porque son muchos los que están en esta rama y ellos han entusiasmado a bastante corredores que hoy participan y mueven con mucho esfuerzo sus vidas para lograr sentir este extraño placer de hacer ciclismo. Son personas que trabajan a diario, que deben producir para vivir, apoyados por su familia, entregando tiempos importantes y dejando de lados otros momentos que podrían ser más satisfactorios, pero su pasión es mayor, absoluta, más grande que todo.
Y por último, a los cicloturistas, quienes son gente de un nivel medio alto acomodado, que engancharon con este deporte y vieron lo que realmente es ciclismo, lo difícil que es, la voluntad que hay que tener para ser ciclista, el esfuerzo, la disciplina, la constancia, que a su nivel igual lo viven como los profesionales.
"Resumir que es un homenaje al ciclismo, a la maravilla de velódromo de Peñalolén, que es de nivel mundial. Yo quiero que este deporte tome el lugar que le corresponde, el ciclismo debe ganar con esto, yo ya hice mi vida, ahora solo entrego y dejo el legado que ella me ha enseñado".
El año pasado hice una cena con amigos en casa, ellos siempre han motivado aún más mi entusiasmo por el ciclismo, mas ellos saben que yo siempre celebro mis fiestas y mis cumpleaños pedaleando en la ruta, sino es así, les digo mejor no vengan (ríe Enzo recordando cada anécdota).
Está bien, con esto quiero llegar a tu pregunta y resumir que todo esto me hace llegar a un mismo punto en mi vida. El velódromo, la pista, los recuerdos, los amigos, los momentos, mi cumpleaños número ochenta, todo.
Decidido, comencé a buscar en mis tesoros y encontré un cuadro de pista echo por Samuel del Valle (uno de los mejores artesano del mundo de la época, reconocido por el mismo Ernesto Colnago). Junté algo de material, muy antiguo, armé mi bicicleta y partí al velódromo. Asumí en cierto modo que estaba a punto de hacer una locura. Necesito asesorarme bien y por eso me acerqué a un médico cardiólogo, le expliqué lo que quería hacer, su respuesta fue categórica al mencionar toda esta historia: “Enzo, tú no estás loco. Los locos están en la calle tirando bombas, destruyendo el mundo, tú eres un ejemplo para todos”.
Ahora cuéntanos sobre tu presente, sobre este desafío.
¿Qué te motiva a querer batir el record de la hora a los ochenta años?
Bueno, todo comenzó cuando fui a ver el velódromo de Peñalolen, quedé impactado. Yo he viajado mucho, conozco velódromos de estándar mundial, ver una pista de nivel en mí país, una pista que solo podíamos observar en los campeonatos del mundo, o juegos olímpicos de la especialidad, una locura.
¡Oh Dios mío, qué maravilla, que locura, pensar que yo competí en un velódromo de tierra…!
Bueno, luego me dije:
¡Qué lindo sería yo poder subir a la pista…!
Hoy llegamos a la localidad de El Monte, tierras fértiles y tranquilas, hogar de Enzo.
Nos invitó un té, a degustar de su aceite de oliva (una exquisitez) y a conversar de lo que más nos apasiona.
Hola Enzo, ¿cómo estás?
Bien, tranquilo, no puedo decir que no estoy ansioso, pero me siento bien de mente y espíritu, todo puesto en un buen lugar.
Comencemos por el principio:
¿Dónde nace este amor por el ciclismo?
En Cartagena vivía con mis padres en una casa en la subida de Playa Chica, me gustaba mucho la bicicleta. Yo tenía una chancha (una bicicleta de mujer) subía y bajaba por todos los caminos del lugar, eran mis rutas, eran mis pistas, yo era un campeón. Mi bicicleta no tenía frenos, así que yo detenía mis veloces recorridos con mis pies, los que daban velocidad y freneban mis primeras andadas.
Un día recorriendo mis pistas veo que aparecen unos ciclistas en unas bicicletas increíbles, manubrio para abajo y con sus vestimentas bien particulares. Ellos venían de Santiago, en Playa Chica se detuvieron, yo solo miraba sus bicicletas, hasta que uno de ellos se me acerco y me dijo:
- ¡Te gustan las bicicletas!
- Yo dije: Son bonitas, son bonitas…
(Este ciclista era Gabriel Cordero) connotado ciclista profesional chileno de la epoca.
Yo no me despegaba de su lado, hasta que partieron de regreso a Santiago por la subida de Playa Chica hacia el cruce de San Sebastián. Yo con mi chancha tomé la misma ruta y me embarqué con estos campeones hasta que llegamos al final de la cumbre. En este punto, se acercó Gabriel Cordero y me preguntó:
- Oye cabro, que eris bueno pa la bicicleta, ¿te gusta?
Yo respondí: Me encanta.
- ¿Cómo te llamas?
- Enzo Fantinati.
- Pero si tenis hasta nombre de ciclista.
(Enzo ríe con mucha emoción al recordar el momento)
- Mira Cabro, ¿te gustaría correr en bicicleta?
- Sí - respondi.
- Ya, anda a mi negocio en Santiago (Av. Mata con San Diego, 'Rodeco') y conversamos.
Acá comenzó todo…
Entrevista y fotografía:
Ricardo Astorga Romero.